El 2019 se cumplirán 10 años que estoy metido en estos temas de la agilidad, escena/movimiento que ha ido cambiando y readapatandose con una velocidad asombrosa, cayéndose, aprendiendo sobre la marcha, generando cuestionamientos, así que este fin de año es una buena ocasión para repasar algunas de las cosas que se han visto en este año en este entorno y comunidad.
Una de las cosas que afecto la escena agil mundial en los primeros meses del año fue el asesinato de Mike Beedle, firmante del Manifiesto, el cual poco antes había publicado esto
✅ Agile doesn’t cure INCOMPETENCE.
You can coach teams to be more engaged and collaborative, but NO Agile framework, method, or mindset can save you from BLATANT FAILURE if your development team is INCOMPETENT in basic engineering practices.
Technical excellence is a MUST!
— Mike Beedle (@mikebeedle) 21 de marzo de 2018
Reflexión totalmente valida (sumada a otra en la que proclamaba «arreglar» Scrum para seguir avanzando *) en un contexto en el que se hizo énfasis el ver la agilidad como algo solo organizacional y/o cultural, olvidándose de que el pilar técnico es importante el proceso de desarrollo de software, lo cual de la mano con el omnipresente «cargo cult» derivo que el rol mas demandado el año pasado y principio de este fuera el de Agile Coach y derivados, es que claro, si se quiere seguir escalando ser Scrum Master ya no es suficiente.
La consecuencia de ese boom fue que se empezó a dar una imagen de que para lograr hacer cambios hacia la agilidad lo importante era tener buenos coaches (externos, claro esta) y Scrum Masters, que no tenían porque entender (que no es lo mismo que ser expertos, ojo) las complejidades del desarrollo de software en un problema en concreto, sino en procurar la búsqueda de la felicidad de los equipos, y si al final del PI se tenia un bonito tablero frente al que sacarse fotos, mejor que mejor… y claro, este fenómeno se replico en las comunidades y eventos, generando una saturación del tema coach y relacionados, olvidándonos de como hacer bien software (en un momento en que todos p. ej. quieren hacer microservicios porque esta de moda, y no hay quien les pare la mano).
Este problema, porque hay que reconocer que es un problema, derivo en otros dos fenómenos relacionados, por un lado los mas hardcore empezaron a sentir que ya no tenían su lugar en la agilidad por lo que procuraron consolidar espacios para hablar en profundidad de los temas de software, y por otro lado el empezar a apuntar que algo esta mal, lo cual se hizo mas evidente con el ya famoso discurso de Martin Fowler en Australia, donde básicamente instaba a afrontar los siguientes retos:
- Get rid of the Agile Industrial Complex and the idea of imposing stuff on teams. Let teams work out the way they should work themselves.
- Raise the importance of technical excellence, and never forget that when writing software, the technology side is really vital, and
- organize around products.
Ah si! porque me olvide de algo, es que durante este tiempo (junto a los coaches) no falto quienes se subieron al carro para venderles a las empresas (ansiosas de comprar, hay que decir) el como volverse ágiles, pero para variar, aplicando estrategias top down que generalmente dejan intactos los esquemas, pero claro, queda muy bien decir que se esta muy involucrado con la agilidad por ir contratando varios SM y coaches.
El discurso de Fowler tuvo su impacto (por ejemplo la respuesta de Uncle Bob) a nivel global y debate a nivel de la comunidad, en la que si por un lado se paso a revalorar (**) la importancia técnica en el desarrollo de software, por otro lado se ha dado una vuelta de tuerca con el mensaje de que «Agilidad no es Agile», que Agile solo es a nivel de software, que agilidad va mas allá, «esto no lo logras en la agilidad de equipos»; todo este nuevo buzz me parece que puede salirse de control, pues empuja la idea de que esto de lo que hemos tratado de hablar en estos años solo corresponde al «nivel estratégico», lo cual termina dando un carácter secundario a objetivos como los de empoderar a los equipos y sus miembros o valorar el trabajo real sobre la imagen … , suma esto al hecho de afirmar que los coaches requieren «espacios seguros» para perfeccionarse, y tenemos una receta perfecta para segmentar a una comunidad que debería empujar un proceso de construcción colectiva.
Hay esperanzas, por un lado algunas organizaciones ya no están cayendo en la búsqueda de coaches (o SM) al peso, sino valorando sus meritos per se, aunque claro… el cargo cult terminara buscando nuevas figuras para asegurar la relevancia cuando un termino ya dejo de ser cool; por otro lado esta nuestra responsabilidad y consciencia de asegurar que los tópicos vinculados a la excelencia en nuestros ámbitos de dominio sigan presentes, y eso es tarea de todos en la que seguiremos.
(*) Lo cual hace inevitable recordar el como hay quienes saltan diciendo «eso no es Scrum» cuando ven que algunos equipos han evolucionado a practicas que les son mas eficientes en su contexto, pero que ya no siguen Scrum al pie de la letra.
(**) Por ejemplo en el HT #PorfaArgentina salto la importancia de asegurar espacio para el contenido técnico en el próximo Ágiles 2019.